Ondas de choque

Las ondas de choque no son más que un tratamiento físico, basado en una onda acústica que está cargada de energía y que la enfoca en algún punto del cuerpo donde existe dolor. Esta energía que emana promueve la regeneración y los procesos operativos de los tendones, músculos y tejidos blandos del sistema musculoesquelético. Mecánicamente se trata de un proyectil terapéutico que contiene energía cinética generada por aire comprimido que se transfiere desde su base hasta el tejido a tratar disolviendo calcificaciones, aliviando dolores crónicos y disminuyendo la inflamación.

Existen dos tipos de ondas: las radiales con mayor capacidad de cobertura que no requiere que el paciente sea sedado, está se aplica generalmente en dolores musculares por caídas o golpes. También existen las ondas focales, que actúan a nivel celular, es decir que es un tratamiento más profundo, por supuesto requiere un número mayor de impulsos, estas suelen aplicarse en pacientes con patologías de base.

Dependiendo del área y del estado de la lesión, se recomienda que se aplique refrigeración para así reducir la sensación de dolor o tensión en el paciente, se trata de relajar el área para que así el tratamiento tenga mayor efectividad. La duración depende del estado de cada paciente y los resultados que se quieran lograr, por lo general se necesitan de dos a cuatro sesiones de tratamiento en intervalos de cinco a diez días.

¿Cómo se realiza el tratamiento?

1. Lo primero que se debe hacer es ubicar el dolor o la molestia más aguda que presente el paciente, palpar correctamente, relajar el área y al paciente. Una vez localizado, se procede al ajuste de la frecuencia, lo recomendable es iniciar con 5 Hz. Pues cada paciente siente el dolor con diferente intensidad, es necesario ir probando y determinar cual es la correcta, generalmente se encuentre entre los 5 y 1º Hz, que puede ir aumentando de acuerdo a la evolución del tratamiento.
2. El acoplamiento: usar la cantidad necesaria de gel permite al especialista dirigir de forma eficaz el impulso, pues el desplazamiento se hace más llevadero, rápido y mejor direccionado. También merece atención toda la superficie en la que se encuentre el paciente, es importante que sea acolchada, que permita el buen acoplamiento y comodidad, sobre todo que sea agradable al contacto con la piel, recta y segura, no se debe realizar en lugares inclinados o al borde de los mismos.
3. Anestesia: se aplica solo para pacientes ultra sensibles, puesto que su aplicación limita la localización del dolor severo, complicando la efectividad del tratamiento. En caso de ser necesaria, solo se agrega en la zona a trabajar. Por lo general puede ocurrir en la mitad de las terapias, cuando comienza a incrementar la frecuencia, la fuerza y la presión.

Beneficios de la terapia de choque

Esta técnica deja beneficios tanto para el paciente como para el profesional que la aplica. En cuanto al paciente encontramos que:

• La zonas de dolor tienen mejora instantánea de la circulación sanguínea.
• A largo plazo mejora el metabolismo de la zona naturalmente.
• Alivio y mejoría de los pacientes entre un 20% y 80%.
• Acelera el proceso de cicatrización.
• Libera efectivamente puntos de gatillo.
• Mayor relajación de la zona tratada.
• Mejora de la calidad de vida y funcionalidad.
• No es invasivo.
• Sin medicación.
• Resultados rápidos, siempre y cuando el paciente contribuya en el proceso.
• Bajo costo.

En cuanto a los beneficios que le acarrea al profesional tenemos:

• Breve tiempo de aplicación y espera de resultados.
• Amplia gama de aplicaciones.
• Bajo mantenimiento.
• Rápida amortización.
• Alta aceptación por parte del paciente.

Contraindicaciones de la terapia de choque

Como en todos los casos, ciertas patologías no pueden solucionarse con la aplicación de esta técnica, es importante tener en cuenta que no todos los cuerpos reaccionan igual ni se encuentran en las mismas condiciones. Por ello acá te dejamos algunos de los casos en las que no es posible aplicar esta terapia:

• Personas con trastornos de coagulación, también conocido como hemofilia.
• Pacientes que tomen anticoagulantes.
• Pacientes con trombosis.
• Personas con enfermedades de tumor o carcinomas.
• Mujeres embarazadas.
• Pacientes con diabetes mellitus.
• Pacientes con inflamaciones agudas, foros purulentos en el área del tratamiento o cercanas.
• Niños
• Personas que se estén realizando tratamientos con cortisona.

Generalmente no se debe tratar con ondas de choque encima de tejidos llenos de aire (pulmón) y en aéreas de nervios o vasos grandes, columna vertebral o cabeza, recordemos que son impactos que conllevan fuerza.

Secuelas de las ondas de choque

• Hinchazón
• Enrojecimiento
• Hematomas
• Dolores
• Lesiones

Estos efectos secundarios desaparecerán luego de los 3 o 4 días de la aplicación.

Ondas de choque para tratar la celulitis

Cada vez con más continuidad, las ondas de choque se usan para tratar determinados puntos estéticos y, entre ellos, está la celulitis.

La terapia con estas ondas está indicada en el régimen de reducción de la celulitis pero no es un régimen para adelgazar. Lo que hacen es ejercer chicos impactos sobre las células adiposas, activando la circulación y ofreciendo increíbles resultados.

Su régimen disminuye la circunferencia de la región, la piel queda traje y lisa, descarta la piel de naranja y el aspecto de la piel optimización claramente.

Ondas de choque para fascitis plantar

• Las ondas de choque destruyen las membranas celulares. Los nociceptores por el momento no tienen la posibilidad de producir ningún potencial generador y, entonces, no tienen la posibilidad de anunciar advertencias de mal.
• Las ondas de choque emiten varios impulsos alterados. Se inhabilita la transmi­sión de tales impulsos al sistema nervioso central.
• A causa de las ondas de choque, el medio ámbito químico de las células es sustituido por radicales libres que generan sustancias inhibidoras de mal.
• Según la teoría de la memoria asociativa de mal (Wess), las advertencias de mal aferentes se emiten en el sistema nervioso central por medio de múltiples conexiones sinápticas que hacen, en fin, que fi­bras eferentes controlen la tensión muscular. El mecanismo de los reflejos trabaja como un circuito de regulación.

A lo largo de el régimen con ondas de choque se emiten fuertes advertencias de dolor de manera electrica. Estas advertencias impulsan procesos químicos en los puntos de conexión sinápticos.

El link asociativo patológico entre mal y tensión de músculo o vaso se rompe por el régimen con las ondas de choque por su fuerte estímulo y facilita así la novedosa impresión de muestras naturales de movimiento. La tensión muscular regresa a su estado no patológico.

Con toda seguridad, los puntos de dolor tienen una mejor circulación sanguínea luego del tratamien­to lo que optimización a la larga el metabolismo en las ubicaciones natural­mente poco vascularizadas. La re­petición del régimen incrementa el efecto de las ondas de choque lo que apunta a efectos secunda­rios como están descritos en la teoría de la memoria asociativa de mal, entre otras cosas.

Como es el tratamiento de ondas de choque para la fascitis plantar

Cada tolerante experimenta la terapia de ondas de choque de una forma diferente. Los puntos lacerantes se localizan por medio de palpación acorde a las advertencias del tolerante. El régimen se inicia en el punto de mal más alto soportable.
La terapia de Ondas de Choque tiende a ser bien soportada por los pacientes si el nivel de energía se incrementa gradualmente y la continuidad se ajusta a la sensibilidad y mal del tolerante.

Consejo: Enfríe la región de aplicación antes de comenzar con la sesión de ondas de choque. Así se achicará sustancialmente la sensación de mal del tolerante.

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