Humedad en casa por condensación
La condensación en casa puede ser un problema si no lo eliminamos a tiempo. Y es que una alta concentración de humedad en un espacio cerrado, puede ser peligroso para la salud.
Además de afectar a la salud, la condensación en casa, puede dañar ciertas zonas de nuestro hogar, ya que hay partes más delicadas como las maderas, que se pueden estropear por humedad.
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Fuentes de humedad
Las humedades tienen la posibilidad de tener dos orígenes completamente distintos: que sean provocadas por agua líquida que procede de alguna tubería, depósito, filtración de aguas de lluvia, o algo semejante y que se extravasa por algún poro o defecto en los conductos o en los recipientes que la tienen dentro. En esta situación procede saber dónde está la permeancia y solucionarla.
El otro origen de las humedades es por condensación de la humedad con apariencia de gas contenida en el aire. Aunque logre parecer simple discriminar cuál de los dos es la causa de las humedades, algunas veces resulta muy difícil.
La condensación se expone en las superficies de los cristales y espejos con apariencia de pequeñas gotitas de agua o empañándolos y sobre las paredes y techos con apariencia de manchas negras y mohos.
La condensación en casa tiene lugar cuando el aire, con una cierta humedad relativa, entra en contacto con una área fría cuya temperatura está abajo de la llamada temperatura de rocío. Sin ingresar en bastantes tecnicismos tenemos la posibilidad de asegurar que incrementa el compromiso de condensación cuanto más elevada es la humedad relativa del aire a medida que más fría está la área en contacto con ese aire.
Como evitar la condensación en casa
Una primera medida para disminuir la posibilidad de tener condensaciones es controlando la humedad relativa del aire, impidiendo que se incremente hasta porcentajes superiores al 80%, más allá de que hay que ser conscientes que en ciertas superficies geográficas y en ciertas condiciones atmosféricas el aire exterior puede lograr y también sobrepasar ese porcentaje de humedad relativa.
En el interior de las casas se desarrollan actividades que puntualmente incrementan la humedad relativa ambiental: ducharse, el hecho de cocinar, el planchado a vapor, la combustión de estufas de butano, el secado de la ropa, el riego de plantas, etc. y hay otra actividad que se ejecuta sin interrupción como es el respirar de la gente (unos 60 gramos. de agua con apariencia de gas por hora y persona).
Para eliminar esa humedad relativa ambiental es viable llevarlo a cabo por medio de máquinas termodinámicas (secado del aire) cuyo período radica en enfriar bastante el aire para que expulse una parte importante de su humedad por condensación y volverlo a calentar, este desarrollo es muy caro en términos energéticos, la otra forma, más lógica y económica de achicar la humedad relativa del aire radica en ventilar como corresponde la estancia.
Tampoco hay que caer en el radical contrario de tener una humedad excesivamente baja porque ello crearía molestias en la gente (sequedad de garganta), no es aconsejable descender del 30% de humedad relativa en el interior de los locales con presencia humana.
Reducir la condensación por medio de la ventilación y el aislamiento
En la actualidad la DCV (Demanda dominada de ventilación) facilita tener en cada instante el caudal de actualización del aire interior correcto, apoyado en la información proporcionada por sensores de humedad. Un particular precaución en la ventilación debe tenerse en las habitaciones llamadas “húmedas” que son los baños, la cocina y la cuarto de lavar y secar la ropa.
El otro aspecto esencial en la aparición de condensaciones son las superficies frías, hay que evitarlas basado en crear un correcto aislamiento de las mismas.
Aislando las paredes de forma que su área interior esté a una temperatura muy sutilmente inferior a la del aire de la estancia evitaremos condensaciones en las mismas, de igual modo hay que evadir los llamados “puentes térmicos” que suceden cuando determinados elementos metálicos (buenos conductores del calor) de la composición van del exterior al interior “puenteando” el aislante, ésos tienen la posibilidad de ser puntos de condensación.
En relación a las ventanas, la satisfacción de doble y también triple cristal y doble cámara es la correcta para evadir condensaciones a la vez que reducimos el consumo energético en climatización.
En escasas palabras: evadir la condensación pasa por una aceptable ventilación (renovación del aire interior) y un óptimo aislamiento.
Trucos diarios para prevenir la condensación en casa
Además hay trucos que tienen la posibilidad de ayudarnos en nuestra pelea contra la condensación. Son pasos simples que tienen la posibilidad de no parecer destacables, pero que reducirán considerablemente el vapor que se forma dentro de tu lugar de vida.
- Duchas más cortas. Parte importante de la condensación que se forma en el momento del baño puede evadirse con duchas más cortas y con agua más templada.
- Tapar los recipientes de cocina. Además de ahorrar en tiempo y energía, tapar los recipientes va a hacer que no se multipliquen los inconvenientes de humedad.
- Cerrar las puertas y abrir las ventanas. El vapor que se forma en el baño o la cocina pasa al resto de la vivienda cuando abrimos las puertas, por eso es considerable cerrar estas puertas y abrir sus respectivas ventanas para ventilar estos espacios.
- Evitar secar la ropa dentro de casa.
Resumen
Como puedes ver, evitar la condensación en casa muchas veces es imposible, ya que mantener la humedad relativa de manera continua es una tares complicada.
Pero existen ciertos trucos y acciones en nuestro día a día que podemos poner en práctica. Siempre tendremos la opción de mejorar los sistemas aislantes de nuestro hogar, tanto en ventanas como en la fachada, pero esto, supondría un desembolso económico mayor.